LA MUJER ESPEJO

Entraba Diciembre por mi ventana, ligera brisa de un invierno ya cierto, brillaban las nubes a lo lejos con un silencio sepulcral, brillaban las montañas, brillaba todo a mi alrededor menos yo, yo me sentía gris, inerte, como el hielo que se derrite a golpes de grados, yo me sentía la mujer espejo, la que lo ve todo, pero es invisible al mismo tiempo……..Pasaban las horas, los días, las semanas, y la mujer espejo se encontraba en el rincón de siempre, con sonrisa inerte, con ganas de pertenecer al mundo reflejado en su estela. En las sombras del cementerio los cadáveres bailan la danza de bienvenida, esperan a la mujer espejo……ella sonreía como siempre le habían enseñado a sonreír y asentir tanto para bueno como para malo, la mujer espejo era así, un reflejo de todos y un reflejo de nada, algo que ver sin saber que es realmente……..Inerte, cadavérica, amanecía otro día más la alegrías se desvanecían por los rincones inhóspitos de la ciudad, los niños lloraban al ir al colegio, las madres olvidaban sus desayunos en las neveras, las casas quedaban vacías, silenciosas, sin vida; otra vez vuelta a contar……Las nubes volvían a brillar en su rincón celestial, mientras…..la mujer espejo, quieta, volvía a observar como todo y nada continuaba, daba igual que estuviera o no, todo continuaría, y si ella faltaba otra mujer espejo ocuparía su lugar, así estaba escrito, así estaba determinado…..Como una sombra mágica la mujer espejo decidió despertar de su letargo, se presentó desnuda ante los demás, y todos la miraron, por primera vez la vieron, sí, ella era la mujer espejo, esta es la historia de la mujer espejo, la que despertó de su letargo para no dormir jamás, y sentir por primera vez que estaba viva…..así…..de esta manera ella no volvió a dormir jamás, y se adentro en el reflejo de la realidad, en el brillo de los días que pasaban sin mas…..