lunes, 31 de agosto de 2009
SEPTIEMBRE
Eran las ocho se respiraba Septiembre, se respiraba melancolía por todas partes, se respiraba marrones y ocres por doquier, se respiraba dulce armonía, pensé en los ayer, en los pasados, pensé en los ajenos que nos somos a nosotros mismos sin apenas darnos cuenta…….y volvió Septiembre, Septiembre es como “Canción triste de Hill Street” vuelta a lo cotidiano, al día a día, olor a café a las siete de la mañana, olor a tostadas quemadas, el tintineo de una nueva mañana, el tintineo de las primeras gotas otoñales, el adiós que no es para siempre, el hasta luego que siempre vuelve, palabras silenciosas, sonrisas entre el humo de un cigarrillo, tostadas quemadas a media mañana, la cola del metro, imperturbable y serena, el sueño entorpecido de una mala noche, caras de sueño en el autobús mientras otros pasan páginas, la voz de Francino mientras un niño llora, es su primer día de clase, no quiere ir, la madre lo consuela con trucos pasados de generación en generación, con trucos que no funcionan pero sí consuelan…….Tras las ventanas el humo de las fábricas, tras la ventana la playa solitaria, tras las ventanas arriba persianas……..En las cafeterías el ajetreo entre sueño y ruinas…..en las cafeterías……comienza el día….Septiembre vuelven los días…..Septiembre nada termina. Septiembre las depresiones vencen al día, Septiembre dulce agonía…….
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